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La "Generación Dorada" y el primer oro en básquet para Argentina

Bajo las órdenes de Rubén Magnano, el seleccionado argentino de básquetbol logró en Atenas 2004 lo que nunca se había podido: el oro olímpico. Ese grupo de jugadores, conformado por estrellas que hoy brillan y brillaron en el plano mundial como Emanuel Ginóbili, Fabricio Oberto, Andrés Nocioni y Juan Ignacio “Pepe” Sánchez, entre otros, fue el que obtuvo tremendo logro tras sortear un camino largo y lleno de obstáculos difíciles de superar.

El equipo de campeones se gestó en el Mundial Sub-22 Australia 1997, donde surgieron algunos nombres ya mencionados, y otros como el de Lucas Victoriano, Leonardo Gutiérrez y Luis Scola. Ese talentoso plantel, en aquel entonces bajo la conducción de Julio Lamas, conquistó un meritorio cuarto puesto y evidenció el buen juego que con el correr de los años iba a consolidarse en diversas canchas del mundo.

El proceso continuó con la medalla de plata lograda en el Mundial Indianápolis 2002, en un final polémico ante la poderosa Yugoslavia. Si bien no se alcanzaba el primer escalafón del podio, el básquetbol argentino mostraba un crecimiento rotundo con respecto a años anteriores.

Sin embargo, la gloria y la revancha llegó dos años después en el torneo más importante que tiene el básquet a nivel selecciones. El equipo comandado por el mejor jugador de la historia del básquet argentino, “Manu” Ginóbili, confirmó lo realizado dos años atrás en el Mundial. El proyecto mantuvo la misma base, pero con jugadores mucho más maduros y con más roce a nivel internacional. “Chapu” Nocioni, “Luífa” Scola, Alejandro Montecchia y Carlos Delfino fueron varios de los destacados junto a “Manu” y “Pepe” Sánchez.

A pesar de la excelente fase final del conjunto argentino, las cosas no fueron fáciles para la Selección. El camino arrancó con un triunfo agónico frente al campeón mundial, Serbia (la ex Yugoslavia), en un encuentro donde Ginóbili selló el marcador 83 a 82 sobre la chicharra con una “palomita” histórica a falta de tres segundos, tomándose venganza de lo sucedido en Indianápolis dos años atrás.

La "palomita" de Manu Ginóbili en Atenas.

En el siguiente encuentro, los argentinos cayeron por 87 a 76 ante el difícil conjunto español, que año a año también acrecentaba su nivel de juego con figuras como Pau Gasol y José Manuel Calderón. Esto hizo “enojar” a la “Generación Dorada”, que enfrentó a China en el tercer encuentro de la fase clasificatoria y la derrotó contundentemente por 82 a 57, con un gran trabajo defensivo para tapar constantemente a la mayor amenaza con la que contaban los asiáticos: el gigante Yao Ming.

Por su parte, en la cuarta fecha Argentina selló su clasificación a cuartos de final tras derrotar a Nueva Zelanda por 98 a 94 en un partido más complicado de lo que parecía de antemano. Ya con el boleto en mano para la siguiente ronda, el DT Magnano decidió poner un equipo alternativo en cancha ante los italianos, con los cuales se cayó ajustadamente por 76-75. Esa derrota dejó al seleccionado nacional en el tercer puesto del Grupo A, precedida por España e Italia, y seguida por China.

Esa tercera ubicación en primera ronda confirmó para los argentinos un cruce por lo menos complicado: había que enfrentar a Grecia, el anfitrión. Un 23 de agosto fue la fecha en la que Magnano y sus dirigidos dieron una muestra de carácter ante la hostilidad del público griego, y con un Scola encendido en ambos tableros el conjunto nacional se impuso finalmente por 69 a 64. El objetivo de conseguir una medalla estaba cada vez más cerca, pero nadie le quitaba la ilusión de la dorada a este grupo tan unido fuera y dentro de la cancha.

El partido clave

Llegaba la hora de disputar la semifinal ante el favorito de todos: el “Dream Team” estadounidense. Los dirigidos por Larry Brown querían tomarse revancha de la paliza argentina en su tierra durante el Mundial 2002, y esta era una inmejorable oportunidad. Sin embargo, con una actuación magnífica de “Manu” Ginóbili con 29 puntos anotados, demostrando ser el mejor jugador FIBA del momento, fue 89 a 81 para Argentina y clasificación a la final por la medalla de oro.

Resumen del partido en el que la Argentina venció a Estados Unidos.

Oro histórico en la gran final

El básquet argentino necesitaba la confirmación de ese gran momento que atravesaba con un logro mayor. Y finalmente el oro llegó con el triunfo en la final ante Italia, con otra demostración suprema de buen juego: fue 84 a 69 con 25 puntos de “Luifa” Scola y delirio total en tierras griegas.

La final: Argentina vs. Italia.

Y como no podía ser de otra forma, con un 70 por ciento de minutos jugados, 19 puntos por partido de promedio y un torneo maravilloso, “Manu” Ginóbili fue elegido como el “Jugador Más Valioso” del campeonato. Los doce héroes que quedarán para siempre en la historia del deporte argentino son Rubén Wolkowyski, Andrés Nocioni, Luis Scola, Juan Ignacio “Pepe” Sánchez, Fabricio Oberto, “Manu” Ginóbili, Walter Hermann, Gabriel Fernández, Alejandro Montecchia, Hugo Sconochini, Leonardo Gutiérrez,  y Carlos Delfino.

El 28 de agosto del 2004, fue la coronación de la “Generación Dorada”, el grupo de los mejores jugadores de la historia del básquet nacional.